Desde el embrollo del desliz de Peña Nieto sólo quiero aclarar que he seguido la noticia con insistencia no porque refleje mi postura partidista. Si esto le hubiera pasado a Josefina Vázquez Mota o a Andrés Manuel López Obrador, lo hubiera difundido de la misma manera. La razón es muy sencilla. Una persona que no lee es una persona que ha perdido (o nunca tuvo) la capacidad de aprender de los demás y adolece de una de las características más fundamentales del ser humano: la curiosidad. Por definición, este comportamiento inquisitivo y natural, es el aspecto emocional que engendra exploración, investigación, y sobre todo aprendizaje. Esencialmente, tienen el efecto de impulsar a las personas a buscar respuestas nuevas e innovación y a entablar diálogo con otros seres con distintas ideas y necesidades. Estoy convencido que sin curiosidad no se puede gobernar bien.
No sólo eso, sino que la sola sospecha (no quiero acusar a nadie porque no tengo pruebas) de que me mienten en la cara me da escalofríos. Es imposible no dudar de la autoría de su libro porque si el señor se puede parar enfrente de los mexicanos y decirnos que escribió un libro que no escribió, me parece gravísimo. Como le vamos a creer que se sentó y estructuró el libro, decidió en que estilo lo iba a escribir, que entrevistas iba a hacer, como documentar esta información, como hacer análisis de datos, que autores citar ¡si no ha leído! Cuando escribes algo que vas a publicar, necesitas tener fuentes, leer libros que apoyen o no tus teorías y justo ahora que recientemente terminó su libro, esas fuentes deberían estar al menos medianamente frescas. ¿Cómo vas a justificar tu estrategia si no conoces las de tus retractores? Y más importante, ¿Cómo vas a crear alianzas con la ciudadanía si no conoces sus puntos de vista.? Si no has leído de México, el país que quieres gobernar. ¿Cómo vas a entender el proceso educativo de niños, jóvenes y adultos si tú mismo careces de educación básica? Para ser autor, hay que leer mucho o poco, pero hay que leer. Y es que es como si yo quisiera ser compositor y no hubiera leído y escuchado las obras de Bach, Beethoven, Debussy, Ligeti, Álvarez, etc. O quisiera ser cineasta y no ver el cine de Bunuel, Kubrick, Kurosawa, por mencionar algunos.
Es verdad que todos estamos muy ocupados y que reconozco que leo mucho menos de lo que debería y me gustaría. Pero que alguien no se haya tomado el tiempo y la paz para poder leer diez libros en toda su vida, que le sea ajena la experiencia de que un libro le haya marcado en su vida y aspire a dirigir una nación tan compleja como lo es México, en un momento histórico tan conflictivo a nivel mundial me parece simplemente una incongruencia que no puedo pasar por alto.
El presidente de México tiene que ser una persona excepcional. Educado o educada, responsable, estratega, etc. Y sí, curioso(a) y humilde. Porque el próximo presidente de México tiene que ser humilde para disminuir ese abismo de desigualdad social que vivimos. Tiene que ser un experto colaborador que haga ver a la ciudadanía que necesitamos el uno del otro. Tiene que iniciar un proceso de reconciliación nacional que vaya mucho más allá del discurso desgastado de mejorar la economía, crear empleos, y todas esas frases vacías, que son además obviedades. El problema de México es en gran parte social, no tanto económico. Ojalá no veamos una campaña aburrida con las típicas frases desgastadas de ser el presidente del empleo o el presidente de la macro-economía. Sino un presidente que pueda tener una conversación lo mismo con un obrero, con un indígena, con un empresario, con un jefe de estado. Y no me refiero a tomarse la foto con ellos, sino a escucharlos y a construir puentes entre los más necesitados y los más beneficiados. Que ayude y facilite a los ciudadanos a cuidarse y ayudarse entre ellos. Un México que se cuide a si mismo. México necesita aprender a colaborar más y mejor. Ojalá el próximo presidente entienda esto.
Habiendo sacado eso de mi sistema, lo que me queda muy claro al menos en mi opinión es que gane quien gane esta elección la primera pregunta que la ciudadanía tiene que hacerle al nuevo gobierno sin retrasos ni pretextos es: ¿En qué te puedo ayudar?
Saludos Egdar, espero estes muy bien, me metí a tú página para levantarme el ánimo y pensar ¿En que te puedo ayudar?,
saludos desde flexi, leon gto