Ayer cumplí 37 años. ¿A qué hora se hace uno tan viejito…? Sólo quiero escribir unas palabras de agradecimiento sincero y profundo a todas las personas que se tomaron el tiempo de mandarme un mensaje de cualquier tipo. Todos, todos sin excepción me sacaron una sonrisa de la cara recordando momentos que pasé con cada uno de ustedes. Así que a todos mis amigos y familiares. ¡MUCHAS GRACIAS!
También, estos mensajes me hicieron reflexionar sobre el tiempo. Con 37 años encima, obviamente no nací con internet y menos con facebook. Para mi las redes sociales siguen siendo de alguna manera “lo de hoy”. Ayer tuve el honor de recibir entre correos, mensajes, entradas en mi muro, twitters, comentarios en mi blog whatsapps y mensajes de texto alrededor de 1000 felicitaciones de amigos y familiares de todo el mundo. Para mi, recibir estos mensajes de cariño, buenos deseos y amor fue algo muy, muy conmovedor. La mayoría de estos mensajes fueron de mis cariñosos y entrañables amigos y paisanos de México – casi todos de León y Monterrey –, pero también me sorprendió la conectividad en todo el mundo. Recibí mensajes de Irán, Australia, Suiza, Estados Unidos, Alemania, Chile, Argentina, Canadá, Brasil, Japón, Noruega, la lista sigue y sigue. Esto hace 37 años era impensable.
Lo más hermoso es que cada mensaje que recibí, es que me transportó al momento o a los momentos que he compartido con cada uno de ustedes: mi familia y mis amigos.
Recibí de todo. Desde la clásica felicitación del Chango Pons: “Ruco”. Hasta un comentario de Noél Hernández que me dijo algo así como: Estás muy ruco pero no se te nota tanto:
“Dr. Barroso, muchas felicidades por tu cumple!!! me sorprende que FB diga que tienes 37 si pareces un polluelo!!!! un abrazo sincero e innovador!!!” [sic].
Después vinieron las diferentes formas en las que me han llamado en las distintas etapas y países en los que he vivido: Edgar (pronunciado en todos los acentos e idiomas imaginables), Egui, Máster (súper noventero), Barroso, “El Zorro y Diego de la Vega” (cuando traía bigote), el “Requiem”, Edgarín, Eggy, Eddy, Arturo (mi segundo nombre), “Beethoven” (de carrilla claro), Egarinilipú, Barrosín, Edgarosso, Sensei (José David Gonzáles), “Eduardo” (Joanna and Aylin). Cada apodo bien ganado con una historia. Bellísimo.
Otra cosa que me sorprendió es la increíble belleza de algunos mensajes. La verdad es que me conmovieron mucho y quisiera compartir algunos de ellos porque creo que son un buen recordatorio de las palabras claves para vivir los siguientes 37 años. Los mensajes hablan por si mismos, solo voy a resaltar las “palabras clave”.
“Happy birthday, Edgar! May you head into a year of creativity and new adventures with your usual joy and gracious spirit!” Alina Opreanu
“Amigo: felicidades por adelantado. Que sigas sonando en la vida y llenándonos de esas vibraciones emocionantes y profundas. Todo mi cariño para ti desde México!” [sic] Mafer Galindo
“Un abrazo…un dia para darte cuenta que el tiempo que tienes acá, lo aprovechas al máximo siendo un acumulador de voluntades y multiplicador de sueños.. eso es vivr…Felicidades!” [sic] Jorge A. García
“Feliz Día, sigue siendo tan sencillo, humilde, compartido, inteligente y todo los los demás elogios que te caracterizan, que cumplas todos tus deseos, que Dios te colme de bendiciones y te regale muchos años mas. Gracias por ser mi amigo!!!!Muchas Felicidades!!!! un fuerte abrazo y un beso.” [sic] María Mormar
“Muchas felicidades , un fuerte abrazó!! Festeja como se debe, jugando tenis !!” [sic] Carlos Pantoja
“Muy Feliz Día! Deseo vivas otros 100 más para que sigas llenando de valor, calidez e inspiración a la gente que te va conociendo por la vida. Un abrazo.”[sic] Cony Ibarra
“mi estimadaso edgarin!! // que tengas un gran dia en las lejanas europas, que aunque estas lejos, estas cerca.., muchos abrazos!” [sic] Víctor Arroyo
“muchas felicidades Edgar. No nos conocemos personalmente pero si vienes a París avisame.” Alejandro Gómez Villagómez (la magia de las redes sociales).
“Gracias por compartir tus pensamientos y tus interesantes puntos de vista, esa pasión que tienes por sembrar en nuestra conciencia nos contagia y motiva para ser mejores. Gracias Edgar!” [sic] Javier Barragán
Hay muchos más, pero si le sigo me quedaría una entrada demasiado larga. De verdad soy muy afortunado de estar tan bien acompañado en esta vida.
Hay dos representaciones gráficas maravillosas de Mónica Mendiola (portada de esta entrada) y de Elsy Garza:
Cosas que pensé con este cumpleaños con 37 años, dos canas y un baúl:
- Que en mi baúl hay un montón de sueños cumplidos, no cumplidos y algunos otros por cumplir. Es decir, que la vida tuvo, tiene y tendrá de todo.
- El baúl es pequeño porque (casi) no necesito cosas. Prefiero las experiencias de todo tipo y paz sobre tener cosas.
- Que esas dos canas y las que vienen se quedarán blancas por el resto de mi vida como recordatorio de cómo el tiempo está pasando y haciendo… lo que hace: acercarnos cada vez más a LA despedida de este planeta.
- Que hay que aprovechar y ser muy cuidadosos en cómo pasamos el tiempo que nos queda aquí, en la tierra. Como diría Bernard Shaw: “Todo pasa a todo el mundo tarde o temprano si hay tiempo suficiente”.
- Que los 30s no son los nuevos 20s. Eso es una mentira.
- Que hay que cuidar nuestro cuerpo y salud porque es lo más valioso, pero siempre hay que estar abierto a un buen helado de vainilla y chocolate. Como una vez que le pregunté a un señor que admiro mucho: – ¿Cómo está Don Alejandro? – “De salud muy bien, lo demás me vale madre.”
- Que el dinero no es lo más importante, pero hay que tener suficiente para nunca tener que pensar o hablar de él.
- Que hemos cometido errores y lo seguiremos cometiendo. “Get use to it”.
- Que hay que envejecer con orgullo, la onda “Peter Pan” no he visto que acabe bien.
- Que no todo lo que te propones lo vas a cumplir, pero al menos hay que intentarlo para que no nos quedemos con las ganas.
- Que la mejor manera de ganarse la vida es ayudando a los demás.
- Que hay que incluir los sueños de los demás en nuestros propios sueños.
- Que voy a ser “extranjero migrante” el resto de mi vida.
- Que las cosas malas pasan y hay que enfrentarlas lo antes posible con dignidad , fuerza, valentía y sobre todo unidos.
- Que como dice mi suegra, envejeces cuando dejas de moverte (en todos los sentidos).
- Que no creo en los “absolutos” ni los métodos “probados”.
- Que hay que pensar por ti mismo y cuestionarlo todo. Los expertos también se equivocan (y mucho).
- Que el mundo está cambiando más rápido que yo y por eso hay que trabajar con las nuevas generaciones.
- Que hay que ser amables con los demás siempre. No tenemos que coincidir en todo, pero la amabilidad es fundamental para arreglar las diferencias entre los humanos.
- Que la vida se mide en cuantas veces provocaste en ti y en los demás: brillo en los ojos, caricias, lágrimas (de felicidad o de conmoción), seguridad, creatividad, entusiasmo, confianza, amor, sonrisas, entendimiento y compasión.
- Que lo más importante y noble que podemos hacer es ayudar y formar a los más jóvenes.
- Que a mi no me gusta vivir la vida “intensamente”, “siempre con pasión” y “siempre feliz”. Me gusta la plenitud, mezcladita con paz/amor con un piquete de disrupción/retos y con la puerta abierta a la vulnerabilidad. Todas las emociones son bienvenidas en su momento adecuado, no sólo las “positivas”. No sólo las “negativas”.
- Que hay que estar atento a las emociones, pero también tener conocimiento y técnica.
- Que es muy importante que siempre nos ayudemos entre nosotros, los amigos y familiares. Que sepamos que aunque hay una bola de tecnologías, seguimos siendo una tribu que necesita del otro para sobrevivir.
Finalmente, así pasé mi cumpleaños número 37.
- Me levanté y fui a jugar tenis con Mónica a quien conocí por internet y era la primera vez que nos veíamos.
- Regresé a casa, me bañé, me preparé mi comida con el mantra: “Voy a comer exactamente lo que se me antoje.”
- Me puse a ver un documental de Herzog “Happy People: A Year in the Taiga.”
- Después me puse a organizar mi estudio.
- Recibí noticias muy buenas respecto al trabajo de mi esposa que me hicieron sentir muy orgulloso de ella.
- Luego Llegó Ulla (mi esposa), hablamos en el balcón sobre la buena noticia, nos abrazamos un buen rato.
- Nos fuimos a cenar a un restaurante italiano llamado “Amalfi” y comimos lo de siempre.
- Caminamos por el lago platicando de nuestro tema favorito: “La vida en general.”
- Regresamos a casa y ya no les puedo contar lo que pasó…Rated R.
- Hoy en la mañana caminamos por un café a nuestro café favorito “Hubertus”.
- Regresamos a casa y desayunamos pastel de tres leches hecho por Ulla con frutas del bosque. Dos de mis favoritos.
- Ahora mismo mientras escribo esto en nuestro balcón, Ulla está leyendo su kindle “tranquilita” como es uno de sus estados naturales y una de las razones por lo que la amo tanto.
Entiendo que puede sonar muy “aburrido”, para mi fue un “blast“. La vida que quiero vivir es una combinación entre voluntad, trabajo y al mismo tiempo estar “tranquilito” como dice mi querida Ulla.
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